Graneleros comienzan a evitar el Canal de Panamá y estiman retrasos en envíos de cereales hasta 2024

Los transportistas a granel, que movilizan cultivos desde el centro de exportación de la costa del Golfo de Estados Unidos a Asia, están navegando por rutas más largas y pagando costos de flete más altos para evitar la congestión y tarifas de tránsito récord en el Canal de Panamá, vía afectada por una sequía, según consignaron a Reuters comerciantes y analistas.

El problema del transporte marítimo a través de una de las principales rutas comerciales marítimas del mundo se produce en la temporada alta para las exportaciones de cultivos estadounidenses, y los mayores costos amenazan con hacer mella en la demanda de los proveedores de aquel país de maíz y soja que ya han cedido participación de mercado a Brasil en los últimos años.

Los buques que movilizan cultivos se han enfrentado a tiempos de espera de hasta tres semanas para pasar por el canal, mientras los portacontenedores y otros que navegan con horarios más regulares están ocupando los pocos espacios de tránsito disponibles.

Las restricciones podrían seguir impidiendo los envíos de cereales hasta bien entrado 2024, cuando la temporada de lluvias de la región podría comenzar a recargar los embalses y, por tal, normalizar los envíos en abril o mayo, acorde a lo señalado por analistas.

“Está causando una gran perturbación tanto en gastos como en retrasos”, indicó Jay O’Neil, propietario de HJ O’Neil Commodity Consulting, añadiendo que la perturbación no se parece a ninguna que haya visto en sus 50 años de seguimiento del transporte marítimo mundial.

La Autoridad del Canal de Panamá restringió el tránsito de navíos debido a una grave sequía que limitó los suministros de agua necesarios para operar su sistema de esclusas. La Autoridad no respondió a una solicitud de comentarios sobre los retrasos en los envíos de cereales.

Actualmente sólo se permiten 22 tránsitos diarios, frente a unos 35 en condiciones normales. En febrero, los tránsitos se reducirán aún más a 18 por día. Los graneleros suelen estar al final de la cola, ya que normalmente buscan espacios de tránsito sólo unos días antes de llegar, mientras que otros, como los cruceros y los portacontenedores, reservan con meses de antelación. La Autoridad también ofrece primero los raros espacios disponibles a sus principales clientes, ninguno de los cuales es transportista de granos, acorde a lo resaltado por O’Neil.

Todos los espacios programados que estén disponibles se subastan, pero la demanda es excepcionalmente alta. Algunas plazas se han vendido por 1 millón de dólares o más, costes que se vuelven insostenibles para el negocio del comercio de cereales, que tradicionalmente tiene márgenes reducidos.

“El comercio de granos y el segmento de graneleros serán los últimos clientes en pasar por el Canal de Panamá. No confiaría en el Canal de Panamá en el corto plazo”, sumó Mark Thompson, comerciante senior de Olam Agri. Los tiempos de espera para los graneleros se dispararon de alrededor de cinco a siete días en octubre a alrededor de 20 días a fines de noviembre, acotó O’Neil, lo que provocó que más transportistas de granos se desviaran.

Las opciones incluyen navegar hacia el sur alrededor de Sudamérica o África, o transitar por el Canal de Suez. Pero esas rutas más largas pueden añadir hasta dos semanas a los tiempos de envío, elevando los costos de combustible, tripulación y arrendamiento de carga.

El índice de referencia Baltic Dry, considerado un punto de referencia para el transporte de granos a granel, alcanzó un máximo de un año y medio el 4 de diciembre, más del doble que el mes anterior. Si bien los precios de los cereales han caído desde los máximos de 2020, los mayores costos de flete se trasladarán a los importadores de cereales y semillas oleaginosas que compran para alimentación humana y ganadera.