Modelos de expansión en el comercio internacional.
Interpretando la evolución del comportamiento en los consumidores, las empresas pueden evaluar dos opciones que, de acuerdo a su mercado y objetivos, les permitirá lograr eficiencia y mayor posicionamiento en su segmento.
Las empresas que buscan expandirse al mercado internacional tienen dos modelos principales de distribución a su disposición: la distribución intensiva y selectiva. Cada modelo tiene sus propias ventajas y desventajas, y la elección del modelo adecuado dependerá de una serie de factores, como tipo de producto, mercado objetivo y/o el presupuesto de cada empresa.
La distribución intensiva es un modelo de distribución que busca colocar el producto en tantos puntos de venta como sea posible, es adecuado para productos de consumo masivo, como alimentos, bebidas, productos de limpieza y productos de higiene personal.
Entre sus ventajas se identifican la alta cobertura del mercado, lo que permite a las empresas llegar a un gran número de consumidores. También destaca la facilidad de acceso para los consumidores, pueden encontrar el producto fácilmente en su tienda local. Otra característica que se puede relevar se asocia a la reducción de costes, puede reducir los costes de distribución al utilizar un gran número de puntos de venta pequeños. Por otra parte, el modelo también tiene sus desventajas, una de ellas es la competencia, ésta puede generar una gran competencia entre las empresas que ofrecen productos similares. A su vez, está el control limitado, por el cual, las empresas que utilizan la distribución intensiva tienen un control limitado sobre la forma en que se vende su producto. Sumado a lo anterior, se debe considerar que la distribución es selectiva, es decir, es un modelo de distribución que busca colocar el producto en un número limitado de puntos de venta de alta calidad. Resumiendo, este modelo es adecuado para productos de consumo selectivo, como productos electrónicos, ropa y artículos de lujo.
Por otra parte, entre las ventajas de la distribución selectiva, se identifican, la imagen de marca, la cual puede ayudar a las empresas a crear una imagen de alta calidad. Con un buen manejo, puede alcanzar un control sobre el producto y sobre la forma en que se vende su producto. Por otra parte, tienen menor competencia, reduciendo y limitando el número de empresas que ofrecen el producto. Al igual que el modelo anterior, optar por este esquema también tiene sus desventajas. Una de ellas radica en la menor cobertura del mercado de la empresa. Debe asumir que los costes de distribución se verán incrementados al utilizar un menor número de puntos de venta de mayor tamaño.
Además, la elección del modelo de distribución adecuado dependerá de una otros factores, como, por ejemplo, el tipo de producto, que, en el caso de aquellos que son de consumo masivo se identifican como los adecuados para la distribución intensiva, mientras que los productos de consumo selectivo son adecuados para la distribución selectiva. También está el mercado objetivo. Los productos que buscan llegar a un gran número de consumidores son adecuados para la distribución intensiva, mientras que los productos que buscan llegar a un mercado objetivo específico son adecuados para la distribución selectiva. Un factor relevante, a la hora de tomar esta decisión estratégica, dice relación el presupuesto. La distribución intensiva puede ser más económica que la distribución selectiva, pero puede ser menos efectiva en términos de imagen de marca y control sobre el producto. En la otra vereda, la distribución intensiva y la distribución selectiva son dos modelos de distribución que pueden ayudar a las empresas a expandirse al mercado internacional.
Ambos modelos son viables considerando la diversidad que existe hoy en las cadenas de distribución. La competitividad, inmediatez, variedad y alcance son objetivos y retos que impone el actual mercado y las tendencias que marcan los consumidores a toda escala a nivel mundial.